viernes, 16 de octubre de 2009

DESDE TIBURONES PEREGRINO A RORCUAL ALIBLANCO SALTANDO



El  pasado 14 de agosto de 2009 nos embarcamos, con Santurtziko Baleak, dieciséis personas con ganas de aventura marina. Salimos del abrigo del superpuerto, rumbo a Portsmouth, a las 12:52 hora británica diez navarros, dos portugalujos y cuatro madrileños. La mar este día se mostraba en calma gracias al viento flojo del NE.

Gaviota patiamarilla jóven
Apenas una hora después de partir comenzamos a ver los primeros cetáceos del viaje, cuatro ejemplares de Zifios de Cuvier. Este año está siendo excepcional en “ballenas picudas” y zifios, como lo demuestran los 45 ejemplares que llevamos avistados desde julio. Estos toscos delfines del tamaño de una ballena pequeña tienen una agilidad asombrosa, como lo demostró uno de los cuvieres realizando dos potentes saltos fuera del agua. Varias toneladas de cetáceo que levantaban una gran ola al golpear de costado la mar.


Zifio de Cuvier
El nombre genérico de ballena picuda hace referencia a unos delfines muy grandes que alcanzan el tamaño de una pequeña ballena y proviene de la traducción del inglés Beaked whale. Se trata de los cetáceos menos conocidos del reino animal, por la costumbre de vivir muy alejados de tierra en aguas abisales, su carácter desconfiado y la similitud entre las distintas especies que complican su identificación en la mar.
Se nota que estamos en uno de los considerados siete mejores lugares del mundo para la observación de estas especies, como quedó demostrado esta tarde al tener muy buenas observaciones de ocho Zifios de cuvier. Además avistamos cinco ejemplares de “ballenas picudas” saltando espectacularmente cerca de la línea del horizonte, lo que impidió que pudiésemos identificarlos.

Macho de Cuvier
Los grupos mixtos de delfines común y listado nos mantuvieron bastante entretenidos tanto a primera como a última hora de la tarde. Este día realizamos una interesante observación cuando un grupo de poco más de un centenar de delfines común, de los que más de la mitad eran jóvenes estaban escoltados por un par de decenas de adultos. Esta costumbre ya la he observado en un par de ocasiones más. Mientras unos adultos se despliegan para buscar alimento, otro grupo de adultos se encargan de la custodia de crías y jóvenes que no pueden seguir el ritmo de caza, uniéndose al festín cuando los primeros han localizado las presas.

Delfines común con sus crías
Delfines listado
Delfines listado aturdiendo a los peces con sus saltos
Al tiempo que un grupo de 70 cormoranes grandes se dirigían al sur, y en las 50 primeras millas de la costa, se detectaron varios grupos de delfines mular de la forma oceánica, acompañados por pardelas cenicienta. Delfines más grandes y “tochos” que los que se pueden observar habitualmente cerca de la costa. Al menos tuvimos la suerte de ver a un par de ellos saltar al costado del barco.

Delfín mular
A medida que abandonábamos las aguas más profundas y empezábamos a acercarnos a los barrancos franceses hizo aparición la primera ballena del viaje; un enorme Rorcual común. El resoplido alto y vertical delató su presencia y al menos tuvimos la oportunidad de ver también su lomo.

Resoplido de Rorcual común
A pesar de que el último viaje pudimos ver el Rayo verde, en esta ocasión la ligera bruma reinante nos privó de la oportunidad de ver la puesta de sol. Tras bajar al interior del barco, cenar y descansar, a la mañana siguiente subimos de nuevo a cubierta, un par de horas después de amanecer.

Bonitero de Getaria
El Canal inglés mostraba una de sus mejores caras. La mar estaba muy tranquila y apenas soplaba una ligera brisa del NE, lo que permitió observar las primeras dos marsopas del viaje. Además varios alcatraces se sumaron a nosotros y nos acompañaron un par de horas. Las previsiones de buen tiempo que anunció el día anterior el capitán se estaban cumpliendo. Lo mejor de todo es que según indicó, a la vuelta, el tercer día, iba a hacer igual o mejor tiempo. Esta previsión nos permitió planificar con calma el segundo día. Eso sí, antes pudimos disfrutar con los arrastreros que pasaron a nuestro costado y albergaban cientos de aves marinas en busca del sustento matutino producido por los descartes.

Alcatraz de tercer año

Alcatraz adulto
Centenares de alcatraces adultos parecían tener prisa en llenar sus buches para cebar a sus impacientes y crecidos pollos, que esperaban en las cercanas colonias bretonas. Junto a ellos también intentaban pillar “cacho” págalos grande, gaviones, fulmares, gaviotas tridáctila, sombrías y las primeras argénteas del viaje. Más alejados de ellos y en la estela del barco, se veían a los inquietos paíños.

Gavión

Gaviota sombría
Págalo grande
Este día lo tomamos con mucha calma y aprovechamos para disfrutar tanto de una amena charla sobre la fauna marina en el Golfo de Bizkaia y Canal de La Mancha, como de las comodidades del barco. Tras llegar a Portsmouth tuvimos que desembarcar obligatoriamente, teniendo que volver tres horas y media después para partir ya de noche.

Spinaker Tower (Portsmouth)
El tercer y último día amanecimos seis horas antes de abandonar el canal. La mar estaba como un plato y aunque al principio estuvo nublado, poco a poco fue despejando y el buen tiempo nos tuvo muy animados todo el día; el tiempo, la abundante fauna que vimos y la cuadrilla que formamos. En esta ocasión los dieciséis aventureros estuvieron al pié del cañón durante todo el día… y como pudieron comprobar, los más perseverantes siempre tienen su premio.
Junto a nosotros estaban media docena de holandeses que no apartaban sus ojos de los visores de los telescopios. Tanto “ojo” mirando a la mar se notaba. Incluso Oihan el benjamín de nuestro grupo, aprendió rápidamente la lección y fue una gozada verle cantar cetáceos. De hecho el primer Rorcual aliblanco lo levantó él y no se le escaparon ni las pequeñas marsopas. Se vieron bastantes grupitos de paíños y entre los que se consiguieron identificar estaban los comunes y el primer Leach de la temporada.
Marsopas
El grupo también lo formaba una cuadrilla de chicas con una media de edad de 61 años. Gente cargada de fuerza y energía… para algo son navarras. Defendían como nadie su espacio de barandilla, no son un pueblo conquistado, se nota. No defraudaron, sobre todo cuando subían a cubierta el arsenal de caldos navarros… blancos, rosados y tintos… buenos vinos sí señoras… entonces me expliqué del porqué del peso de sus maletas Sus nombres se convirtieron para mí en un galimatías Tina, Nati, Mati, Kati… son un ejemplo de ello. Y como no, ellas fueron las protagonistas de las mejores anécdotas del viaje. Como los barcos voladores o los “alimoches” pescando con los delfines.
Cuando estábamos cerca de abandonar el canal, el barco se acercó ligeramente a tierra pudiendo ver perfectamente la Isla bretona de O´uessant y sus míticos faros. Tanto antes como después de doblar la isla para adentrarnos en el Golfo de Bizkaia se vieron muy buenos números de marsopas. La mar estaba tan en calma, que incluso la gente que tenía dificultad para localizarlas las consiguieron ver sin problemas. El carácter desconfiado de las marsopas hace que se alejen del barco cuando pasamos cercas de ellas, aún así tuvimos muy buenas observaciones y se pudo sacar alguna buena instantánea. En total este día se vieron 104 ejemplares en grupitos de 2 a 5 individuos.

O´uessant y sus faros
Tras abandonar el canal y entrar al Golfo empezamos a disfrutar con intensidad lo que nos ofrecía la mar. Al de una hora de virar se vio un grupo de 14 delfines mular y media hora después empezamos con el festival de Rorcuales aliblanco. Conseguimos observar durante toda la tarde diez ejemplares de las ballenas más pequeñas que habitan estas aguas. La mejor observación de todas fue cuando una de ellas se acercó a la proa saltando y no se cortó un pelo en repetirlo dos veces más y pegada al barco. Las fotos así lo atestiguan. Al menos todo el grupo estuvo aplicado y en cubierta y la vieron de lujo. Mientras se alejaba por la popa brincando, contamos un total de ocho saltos más.
De seguido los holandeses cantaron primero uno y después un segundo Tiburón peregrino, ambos nadaban tranquilos cerca de la superficie pero lejos del barco. Mientras indicaba su posición al grupo otro Rorcual aliblanco, apareció de la nada ante nosotros y acaparó la atención.

Tiburón peregrino
Rorcual aliblanco
Ante tanta orgía de vida marina un pequeño Mosquitero musical hizo un pequeño alto en el camino posándose en el barco. Parecía que también se quería sumar al grupo ante tanta expectación.

Págalos grande, pardelas cenicienta, gaviotas de Sabine y tridáctila, paíños común, gaviones, incluso un Ostrero en migración activa, nos tuvieron muy entretenidos hasta que los siete peces luna, primero, y los grandes rorcuales comunes después, hicieron acto de presencia. Este año está siendo excepcional el caso de los rorcuales común.

Cinco peces luna
Pez luna
Estas ballenas viven y se alimentan en aguas abiertas y muy profundas, no sobre la plataforma y menos aún sobre aguas de 200 metros de profundidad. Pero la falta de alimento les está empujando a buscarse las “alubias” aquí junto a los pequeños aliblancos. Al menos disfrutamos con el avistamiento de cinco de estos grandes mamíferos.

Rorcual común
Llegando al borde de los barrancos franceses un par de delatadoras aletas dorsal y caudal nos descubrieron un interesante Tiburón azul o Tintorera, la segunda especie de escualo de la jornada. Las bromas a bordo siguieron incluso cuando al poco, y por casualidad, hizo aparición una “amenazadora” y triangular bolsa azul.
Aleta dorsal de Tintorera

Falso tiburón!!!
Todavía quedaba fauna por ver. Los cientos de delfines común que en grupos de dos a veinte ejemplares cargaban con sus espectaculares saltos a la proa del barco, la veintena de Calderones de aleta larga y los imprevisibles delfines listado.

Delfines común

Calderón común
Así hasta que a las 20:20 horas por falta de luz tuvimos que retirarnos. La mar, se nos mostró generosa al presentarnos un interesante plantel de sus secretos. Tras tomar unas pintas para celebrar el día, y ver el otro espectáculo que se realiza en la discoteca del barco, nos despedimos hasta el día siguiente momento en el que llegamos de nuevo a Santurtzi.
Así que sólo me resta decir a Tina, Nati, Mati, Kati, Ameli, Mª José, a las dos Mª Angeles, Jaime, Oihan, Miguel, Charo, Juan, Carmen, Bego y Andoni Señores estooooy muuuuuy orgulloso de ustedes.

Un saludete
Gorka Ocio
Si quieres más información acerca de los viajes que organizamos este año, precios y como contactar con nosotros visita nuestra página www.verballenas.com aquí encontrarás todo los que necesitas así como un amplio resumen de lo visto durante los dos años que lleva el programa de Ballenas de Santurce / Santurtziko Baleak.





lunes, 21 de septiembre de 2009

OBSERVACIÓN DE 891 EJEMPLARES DE ONCE ESPECIES DE CETÁCEOS

La migración de pajarillos por la mar nos transportó
a la campiña inglesa.

El 16 de septiembre embarcamos en Santurtzi setenta y cuatro entusiastas en busca de otra nueva aventura marina. También nos acompañaba como formidables testigos un equipo de televisión de Dígital +. En esta ocasión las previsiones del tiempo no eran nada halagüeñas. Una “Gota fría” que puso en alerta naranja al norte peninsular y la incesante lluvia caída la noche anterior, nos hizo temer una travesía pasada por agua. Sin embargo, y aunque parezca paradójico, a medida que nos dirigíamos al norte, huíamos de las nubes cargadas de agua e incluso disfrutamos de sol el primer día.

Este buen tiempo se materializó con vientos flojos del NW F2-3 que hizo que tuviéramos una mar carente de los característicos “borreguitos” que dificultan la localización de los cetáceos. Y eso lo comprobamos, al de media hora de partir, con un grupo de una docena de Delfines mular.

Al llegar al borde de nuestros barrancos, a las inmediaciones de las profundidades abisales de más de 4.000 metros, aparecieron, como lo han hecho durante todo el verano, los omnipresentes Zifios de Cuvier. Conseguimos ver y disfrutar de tres ejemplares. También, y en estas aguas oceánicas, nos cruzamos con grupos mixtos de Delfines listado y común y se vio saltar a lo lejos una Ballena picuda de varias toneladas de peso.

Zífio de Cuvier

Delfines listado

Sin embargo entre el plantel de ornitólogos el mayor disfrute se produjo con las aves pelágicas entre las que destacaron, por sus buenas observaciones, las pardelas capirotada y las gaviotas de Sabine. En una ocasión se observó a un par de Págalos parásito atacar a otras tantas de estas gaviotas americanas. También se vieron las primeras gaviotas enana de la temporada y cómo un Cernícalo vulgar volaba potente rumbo Sur y con sesenta millas naúticas aún por delante.

Pardela capirotada

Este día tuvimos una interesante tregua de viento hasta las cinco de tarde, cuando roló a NE F5-6 y vimos que era el preludio de lo que nos esperaba al día siguiente ya en el Canal. Pero antes de anochecer nos visitaron en el barco un par de Papamoscas gris, Lavanderas blanca e incluso petirrojos que parecían presagiar la llegada de un pequeño frente de agua y viento que decoró la mar con un collage de colores amarillo-grisáceo precediendo a la puesta del sol.

Al día siguiente amanecimos poco antes de doblar la isla bretona de O´uessant. El viento del NE soplaba con fuerza y venía de proa. Pero la mar “de viento” que levantaba olas de más de un metro apenas movía el barco. Aunque este viento si nos perjudicó a la hora de observar la fauna del canal… sobre todo los cetáceos, que no conseguimos localizar.

Sin embargo los paíños sí nos tuvieron entretenidos. Vimos más de un centenar de ejemplares y pudimos identificar los abundantes comunes y media docena de Leachs. También destacaron, por su número, los págalos grande y gaviotas tridáctila, así como algunos fulmares y Arao común. Este día entramos al atardecer a Portsmouth. Mientras nos acercábamos a su canal de entrada nos cruzamos con un crucero, que de lejos parecía el “Queen Mary” pero que resultó ser por su tamaño algo parecido al “Bloody Mary”.

Tras llegar a tierra y tomar algunas pintas en un local cercano a la terminal, embarcamos de nuevo una hora antes de la media noche, momento en el que partimos de nuevo a la mar. El viento, esta vez de popa, y la corriente nos llevó en “volantas” durante toda la noche amaneciendo cinco horas antes de abandonar el Canal… Esta tercera jornada, como viene siendo habitual, nunca defrauda. Fue literalmente increíble. Se vieron nueve especies de cetáceos sólo durante este día.

Los observadores comenzamos a subir a cubierta un cuarto de hora antes de amanecer. La primera sorpresa de la jornada nos la llevamos en la cubierta superior. Al ver descansando bajo la luz de dos focos media docena de pájaros terrestres de tres especies: Lavanderas boyera, lavanderas blanca y collalbas gris.

Lavandera boyera

Y es que el barco se convirtió durante todo el día en el punto de reunión de más de una decena de especies de aves terrestres en migración activa. Ésto hizo que nos transportásemos durante unos instantes a la campiña inglesa: petirrojos, colirrojos reales, Zorzal común, bisbitas, mosquiteros musical, golondrinas común, Curruca capirotada… las mariposas Vanessa atalanta y Colias crocea en pase también contribuyeron a ello y nos hacían dudar de que estuviéramos tan alejados de tierra. En una ocasión se observó a una Collalba gris capturar en vuelo a una pequeña mariposa mientras iba rumbo sur. Pero donde a más de uno le temblaron las canillas fue al descubrir posado en una barandilla a la esquiva Buscarla pintoja.
Aguja colipinta
Golondrina común

Zorzal común

Lavandera blanca

Mosquitero musical y Colirrojo real

Colirrojo real macho

Colirrojo real hembra

Mosquitero musical

Buscarla pintoja

Como bien indicó Luis Aleixos, seguro que cuando alguno de la media docena de petirrojos llegó a tierra y se encontró con otro congénere le espetó… “no veas el pase de ornitólogos que había en la mar”.

Petirrojo

El viento del NE fue amainando poco a poco hasta desaparecer por completo. Tanto que incluso los veleros tuvieron que echar mano del motor para poder navegar. Antes de abandonar el Canal nos entretuvimos con los espectaculares alcatraces pescando junto a un grupo de delfines mular, con un Rorcual aliblanco que pasó al costado y se lució con un salto fuera del agua y con las esquivas marsopas… que con su escaso tamaño pasaron desapercibidas a más de uno.

Alcatraz

Rorcual aliblanco

Sin embargo las aves marinas no defraudaron. Los paíños de Leach y común se dejaron ver muy bien con los telescopios, y un par de Wilson hicieron las delicias cuando, con su característico vuelo de crucero, delataron su presencia. También el vuelo potente de los fulmares, págalos pomarino, Pardela pichoneta y sombría, gaviotas tridáctila y los muy abundantes págalos grande.

Pero donde comenzó la locura marina fue al doblar O´uessant y adentrarnos al Golfo de Vizcaya. El trayecto de este barco rumbo a Santurtzi hace que navegue por las ricas aguas de la plataforma francesa y bordee durante varias horas los barrancos marinos, donde afloran los numerosos nutrientes que llenan de vida estas aguas. Y vaya si “alucinamos”.

Al de dos horas de abandonar el Canal… empezamos a ver grupitos de marsopas. La mar en calma, como un plato en el que no se movía ni una ola, favoreció que se encontraran sin dificultad una veintena de estos pequeños cetáceos.

marsopas

Numerosos grupos de Delfines mular y calderones de aleta larga y una pequeña manada de 8 Calderones gris nos hicieron correr por la cubierta hasta agolparnos en la popa para ver sus altas y oscuras aletas dorsales, las gaviotas de Sabine y las incesantes cargas de los delfines común nos tuvieron muy entretenidos hasta llegar a los profundos barrancos marinos.

Calderón de Aleta Larga

Delfines mular

Y fue llegar… y disfrutar como locos con lo que aconteció aquí. Una impresionante manada de delfines común dejó la boca abierta a más de uno. Probablemente eran más de medio millar de ejemplares avanzando imparables en la mar…. Abarcaban una extensión de más de seiscientos metros de largo por un centenar de metros de ancho. Todo estaba lleno de delfines. La mar se oscurecía a su paso.

Delfines común

Lo más alucinante fue lo que ocurrió apenas once minutos después y durante seis minutos. Es uno de esos comportamientos de etología que fascinan a propios y extraños. La vida y la muerte. La lucha por la supervivencia…

Un grupo de apenas una decena de ejemplares de Calderones de Aleta Larga nadaban tranquilos cuando a lo lejos una impresionante aleta dorsal de dos metros de alto… una Orca sin duda, avanzaba a gran velocidad hacia los calderones. Nadaba sin sumergirse con la aleta sobresaliendo totalmente fuera del agua. Otros compañeros del barco no vieron sólo esa, sino que vieron otra más que nadaba de igual manera y mucho más a la derecha.


Nos extrañaba ese comportamiento porque es sabido que los calderones plantan cara a las orcas y estás les tienen pánico. Pero lo que realmente estaba pasando es que había un grupo de aproximadamente diez ó quince ejemplares de Delfín mular que nadaban en medio de los dos grupos… pero extrañaba no verles huir en estampida de sus fatales enemigos. Lo que hicieron fue nadar rápido hacia el barco, se acercaron a los calderones con quienes interaccionan habitualmente.

Las orcas querían mantenerles separados. Nosotros vimos dos aletas, probablemente había más debajo del agua haciendo otros cometidos… como los lobos cuando acosan a sus presas. Pero los delfines probablemente optaron por no huir, conscientes que hacerlo era la sentencia de muerte para el más débil del grupo, optaron por buscar la protección de los calderones.

Este comportamiento, nunca lo había observado con anterioridad. Los ingleses vieron lo mismo pero el al no ver huir a los delfines pensaron que no eran orcas. Sin embargo fuimos unos cuantos los de nuestro numeroso grupo los que vimos la aleta de más de dos metros de un enorme macho. Y comprobamos lo inteligentes que son estas hermosas criaturas.

Cuando después de las emociones vividas creíamos que ya el día tocaba a su fin aparecieron los primeros grandes soplos del segundo ser más grande que existe. El Rorcual común, aunque sólo vimos el gran lomo de una de ellas. Pero fueron la media docena de cachalotes los que provocaron las ovaciones a bordo cuando sacaban sus cuadradas y enormes colas al calarse a las profundidades.

Cachalotes

Pero cuando pensábamos que ya nada podía sorprendernos, quedaba ver el “triste” espectáculo que ofrecen a la concurrencia, y por la noche, en la discoteca del barco. También fuimos fieles testigos de ello. Y como colofón cantamos el nuevo himno… un tema de Elton John que viene como “anillo al dedo”. “I guess that´s why they call it the blues” (por qué nos llamais TRISTES).

Así que solo me resta decir a mi amor Yolanda Ozaeta, Jus Pérez, Unai Fuente, Oscar Llama… lo dicho sois trillizos, Marco Escudero, las hermanas Amparo y Sandra Martínez, Mari José Márquez, Yasmina Annichiariararararico, Natalia Franco, Miguel Rey, Antonio Xende y, el muy crecido, Anxo Xende, Agustín Egaña, Mercedes Abad, Jose Maria Salazar, buen ornitólogo y mejor pintor, Juana Vilches (…al final cayeron), Milagros Rial, Montserrat Gorria, el máquina de Carlos Gutierrez y Beatriz Ramos… ay! esa Andalucía y su clima, Maria Reyes Grau… o es Sonia?, Luis Aleixos Alaponteloszapatos, Andrés Requejo y sus hormonas, Jose Miguel García, Francesc Giro (un placer y un lujo), Adolfo Cadiñamos, Joseba Torre siempre al quite, Concha Morena, Jesús Ramos, Javier Ferreres in extremis, Javier Ardanaz, Alvaro Diaz, Antonio Lastra, Jesús Blázquez, Marina Alonso, Ramón Martín gracias de corazón, Ignacio Pontón, Jose Miguel Martinez y van cinco, Carmen Freira, Javier Sinovas y este año vino, Jose Antonio López… cantando bajo la ducha, Andrés Bermejo todo por sus chicas, Fernando Sanchez-Biezma, Yolanda De La Sierra… esos ojazos!, hombre Ibarguchi, Gerard Stuckle, Maria Angel Pascual, Jesús Manuel Antón, Ana Jesús Baquero, Beatriz Martín, Oscar Echevarría, Francisco Santamaría, Ruth Layana, Oscar Carazo Calamón, Fernando Guerrero, Ricardo Pérez, Perujo, Marika Zattoooooooni, Alessio Fariooooooooooooli, Marta Josa y sus fotos de tristes, Kalo y su criaturita, Jose Agustín Narbaiza y en liga volvemos a ganar, Jose Luis Rivas, Angela García, Teresa Del Campo, Javier García-Oliva un placer, Jorge Fernandez pintoja, Enric Morera, Jaume Morera y Jaume Aldoma un lujazo los tres, Sonia y Manuel Fernández y el “güevon” de Javier Gallego… Señooooooooooores estoooooy muy orgulloso de todos ustedes.

Un saludete

Gorka Ocio